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El portafolio profesional, un proceso de evolución!

En la mayoría de instituciones implica una de las evaluaciones más importantes, representa el cierre de una etapa de formación y su proceso está por lo tanto, lleno de estrés y miedo para quienes lo realizan. Pero qué esperamos ver los espectadores?

En principio nos encantaría ver tres cosas: originalidad, seguridad y una marca personal que genere confianza. Desglocemos cada uno de ellos…

Originalidad. Mientras más se separe un portafolio y su expositor del resto de sus compañeros, más interesante se vuelve, encontrar los diferenciadores no sólo están en los proyectos y/o el diseño del portafolio si no en el concepto que desarrolla un conjunto integral que puede atraparnos para verle y escucharle con toda la atención, incluso, hasta con una sonrisa de satisfacción plena. El atrevimiento es importante siempre y cuando haya coherencia con el concepto de diseño, que logre sobrepasar el miedo y destacar de forma positiva teniendo un equilibrio entre la pasión, el objetivo de su portafolio y el mensaje que recibimos; nos encanta notar una gran investigación, contexto, cultura, que se pueden explicar los por qué de forma convincente, una persona curiosa y para nada conformista.

Seguridad. La selección y compilación de los proyectos que se muestran deberían ser “lo mejor” que se ha logrado en todo el período de estudio, ojalá también se incluyeran proyectos desarrollados con clientes reales, eso le permite al diseñador expresarse con parámetros y consideraciones que sólo la experiencia fuera del aula brinda, además genera confianza. Nos encantaría poder ver emoción y una conexión con la audiencia desde el “estilo” en la expresión oral y lenguaje no verbal, fluidez y el conocimiento de lo que nos muestra, un amplio vocabulario y una verdadera evolución en cómo explicar cada proyecto sin que toda su generación suene igual.

Marca personal. En muchos de los casos es un detalle que se olvida, pero que tiene una relación directa en la forma de “proyectarse”, un portafolio de diseño no es un elemento aislado, está realizado por alguien y ese alguien debe ser también un reflejo de crecimiento, madurez, pasión y objetividad. La marca personal bien enfocada se hace valer desde la confianza no desde el ego, conecta con los demás y permite fluir con la exposición de los proyectos, la cual no debe ser un guión si no una agradable experiencia multisensorial, un momento digno de recordarse de la mejor manera posible y el inicio de otra etapa académico-profesional, pero también de crecimiento personal.

Nunca te olvides de ti…